Marcos Bearzot
Proyectos de Marcos Bearzot
Concurso Nacional de Ideas “Borde Ribereño del Parque de la Cabecera”
El Faroborde-82
“No es el arquitecto quien impone, sino el lugar el que sugiere. La arquitectura se desarrolla a partir del sitio, de su historia, de su topografía, de su luz.”
— Álvaro Siza, 1997
Partimos de la premisa de que el paisaje puede generar transformaciones significativas en ciudades en proceso de cambio. Así, el proyecto se concibe como una interfaz entre los dos paisajes que definen el borde del Paraná: la barranca y el agua.
La forma del edificio surge de la reinterpretación del terreno, sus desniveles y su vínculo con el agua. Aprovechando la longitud del lote y el desnivel entre ciudad y río, el programa se escalona en sección, arquitecturizando la barranca. Esta estrategia busca estabilizar el terreno y promover nuevas formas de apropiación del borde ribereño.
La implantación refuerza la imagen institucional del conjunto, respetando la horizontalidad del sitio, pero subrayando el volumen del auditorio como un hito urbano: un gran faro entre el río y la ciudad. Además, se propone un parque público abierto, apto para eventos de gran escala. El edificio se convierte en umbral hacia el Paraná, ofreciendo una experiencia única de contemplación.
El zócalo del conjunto se rodea de taludes vegetados accesibles, que regulan térmica y acústicamente los espacios, con eficiencia energética y bajo mantenimiento. Estos taludes también definen patios internos de uso exclusivo para los programas del edificio.
Parque
El parque de acceso articula los sectores educativo, cultural y recreativo, y ofrece un marco urbano al ingreso. Es un espacio versátil, capaz de albergar recitales al aire libre para hasta 20.000 personas. Los servicios técnicos se disponen estratégicamente, integrados al paisaje.
Acceso
La planta baja se organiza en torno a un atrio semicubierto que articula los dos núcleos principales: al norte, el foyer del auditorio; al sur, el hall de la Escuela de Música. Este gran espacio vincula los programas y enmarca visualmente el río.
Auditorio
El auditorio, de forma pura y contenida, se posa sobre el zócalo, consolidándose como el punto de mayor jerarquía visual. Desde el foyer se accede a la sala mediante circulaciones claras, escaleras, ascensores y pasarelas. Desde allí también se ingresa a la sala de exposiciones (nivel inferior) y al bar con terraza panorámica (planta alta).
Sala de exposiciones
Ubicada en el subsuelo, se relaciona directamente con el foyer del auditorio. Es un espacio flexible, con un lateral vidriado hacia el paisaje ribereño. Las otras envolventes y el mobiliario móvil funcionan como superficies expositivas y permiten adaptar el espacio.
Escuela de Música
Se accede desde el extremo sur del hall. La escuela se organiza alrededor de un patio central y patios perimetrales, favoreciendo la ventilación e iluminación cruzada. Al final del recorrido se ubican la sala de ensayos y el estudio de grabación, concebidos para grabación en vivo de grandes ensambles. Luego, se disponen la biblioteca y la mediateca, delimitadas por equipamiento móvil que también actúa como superficie acústica.
Sobre el techo se plantea un espacio verde accesible, que aloja los sistemas de energía solar y climatización del complejo.
Rambla, Estación Fluvial y Restaurante
La rambla constituye la columna vertebral del paseo costero, conectando los accesos del predio y los sectores del programa. Desde el atrio de acceso, un recorrido fluido entre lo natural y lo construido revela la esencia del paisaje de barranca.
La estación fluvial se incorpora como pieza paisajística y funcional, abierta al río y parcialmente enterrada. El restaurante, apoyado en el desnivel, se asoma al agua y se integra a la rambla y la sala de exposiciones. Tiene doble acceso: desde el auditorio y desde la rambla, permitiendo funcionamiento independiente o conjunto.
Estacionamiento
El acceso vehicular se organiza desde calles laterales existentes, descendiendo al subsuelo donde se localizan cocheras y servicios técnicos. Desde allí se accede directamente a la escuela, el auditorio y la rambla.
Reflexión final
El proyecto se plantea como una intervención sensible y transformadora del borde ribereño. La arquitectura nace del sitio y se funde con el paisaje. Como nuevo nodo cultural y metropolitano, articula ciudad y río, espacio público y experiencia colectiva.
“El Faro” expresa la vocación del conjunto: ser un punto de referencia visible y accesible, que oriente, conecte y proyecte una nueva relación entre comunidad, cultura y paisaje del Paraná.